Cada vez es más frecuente encontrarnos en las carreteras con los denominados «radares de tramo«, que son radares que no miden la velocidad exacta en un punto sino que lo hacen como el cálculo de una media entre dos puntos. El primer radar capta la matrícula y la hora exacta de paso del vehículo, mientras que el segundo al final del tramo vuelve a reconocer la matrícula del vehículo y la hora de paso. Con ambos datos se calcula el tiempo completo en que un vehículo recorre el tramo y posteriormente calcula la velocidad media. Si se ha rebasado el límite se trasladan los datos al centro de tramitación de denuncias de León que gestiona la sanción. Como detalles a tener en cuenta, los radares de tramo cuenta con un sistema de iluminación laser que es invisible al ojo humano y sus relojes son sincronizados cada segundo con satélites GPS. Además del control de velocidad estos radares aportan otros datos a la DGT como puede ser la intensidad y las características de la circulación de vehículos, la velocidad media del conjunto de vehículos, etc…
A continuación puedes ver una infografía realizada por la DGT con toda la información sobre los radares de tramo.